Cuando publicó “Madrigali concertati a una, due, et tre voci” (Venecia, 1625), Gualtieri trabajaba como maestro di cappella en las llamadas “Sette chiese” en Monsile, un grupo de pequeñas capillas que eran la iglesia privada de la familia del patricio Francesco Duodo, a quien dedicó la obra.

En 1633 sucedió al trombonista y profesor de música instrumental Alvise Grani en la cappella musicale de San Marco, Venecia